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Hoy en día, todos hablamos de alimentación saludable, pero ¿realmente sabemos qué significa? Con tanta información en redes sociales, es fácil caer en mitos que parecen verdades absolutas, pero que en realidad pueden sabotear tus objetivos de salud y bienestar.
En este artículo desmentiremos algunos de los mitos más comunes sobre la alimentación saludable, para que puedas tomar decisiones más informadas y mantener un estilo de vida equilibrado sin caer en falsas creencias.

Mito 1: “Comer carbohidratos por la noche engorda”.

Este es uno de los mitos más populares, pero no hay evidencia científica que lo respalde.
Lo que realmente influye en el aumento de peso es el exceso de calorías a lo largo del día, no la hora en que comas los carbohidratos.
De hecho, incluir una porción de carbohidratos complejos (como avena, arroz integral o papa cocida) por la noche puede ayudarte a dormir mejor y recuperar energía después de un día activo.

Consejo: Prioriza la calidad del carbohidrato sobre el horario. Evita los ultraprocesados y prefiere alimentos naturales ricos en fibra.

Mito 2: “Comer grasa te hace subir de peso”

Durante años, las grasas fueron demonizadas, pero hoy sabemos que no todas las grasas son malas.
Las grasas saludables —como las del aguacate, el aceite de oliva o las nueces— son esenciales para el cerebro, las hormonas y la absorción de vitaminas.
Eliminar totalmente las grasas puede afectar tu energía y tu bienestar general.

Consejo: Incluye grasas saludables en cada comida. Lo importante es la moderación y la variedad.

Mito 3: “El café es malo para la salud”.

El café, consumido con moderación, tiene múltiples beneficios. Es fuente de antioxidantes, mejora el rendimiento físico y mental, y puede reducir el riesgo de enfermedades como el Parkinson o la diabetes tipo 2.
El problema no es el café, sino el exceso de azúcar o crema que muchas veces le añadimos.

Consejo: Disfrútalo natural o con un toque de leche vegetal. Evita convertirlo en un postre líquido.

Mito 4: “Los productos ‘light’ o ‘sin azúcar’ son siempre saludables”.

Que un producto tenga la etiqueta “light” no significa que sea bueno para ti.
Muchos alimentos ultraprocesados usan edulcorantes, sodio o grasas trans para compensar la falta de azúcar o grasa, lo que puede tener efectos negativos en la salud metabólica.

Consejo: Lee las etiquetas. Mientras menos ingredientes tenga un alimento, más natural será.

Mito 5: “Comer saludable es aburrido y caro”.

Este es quizás el mito más limitante.
Comer saludable no significa comer sin sabor o gastar más dinero, sino aprender a planificar y equilibrar tus comidas.
Con ingredientes básicos como verduras, legumbres, frutas y granos integrales puedes preparar recetas deliciosas y nutritivas.

Consejo: La clave está en la creatividad. Prueba nuevas combinaciones, sazona con especias y descubre nuevos sabores.

Conclusión.

La alimentación saludable no se trata de prohibiciones, sino de equilibrio, conocimiento y constancia.
Romper con estos mitos te permitirá disfrutar más la comida, sentirte con más energía y cuidar tu cuerpo de manera sostenible.

Recuerda: la mejor dieta es la que puedes mantener toda la vida.